Quiero ser feliz ¿entiendes eso? Quiero sonreir, reir. Y me da igual que sientas lástima por mi, me da igual que pienses que hablar y contarlo es tu deber. Me da igual que me mires con ojos de perrito degollado. Me da igual ¿entiendes eso también? Pues bien, no te permitiré que me derrumbes, no permitiré que uses sobre mi tu poder, porque yo no te lo he otorgado. Tú mismo dijiste que no me plantease ya como habías llegado a saberlo, que no me planteara quien lo había dicho, que solo me fijara en el presente y en que ya estaba hecho. Eso hago, y como no me gusta lo que veo, como no me gusta como está pintado, lo voy a borrar.
No te voy a dejar hundirme de nuevo, aunque pienses que me haces un favor no lo haces.
Mírame, porque estoy dispuesta a luchar para que eso no ocurra. Porque estoy dispuesta a usar mi capacidad de actuar, para llegar a tu vena sensible. Y cuando vea tus lágrimas alforar, cuando vea tus ojos empañados como la última vez, serás mío.
Y esa verdad no la contarás.
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